Hoy vamos a comenzar con las teorías de la acupuntura y
empezaremos con una de las más importantes en la cultura china: el Yin y el Yang.
Eso nos suena a todos ¿no? El blanco y el negro, luz y oscuridad…Sí, por ahí
van los tiros.
Prácticamente cualquier fenómeno de la naturaleza puede
explicarse en base a ella. El Yin y el Yang son algo más que conceptos
opuestos, ambos se complementan y la existencia de uno no puede entenderse sin
la del otro (algo así como las dos caras de la misma moneda). Ambos se generan
mutuamente y por eso en su dibujo se ven como dos comas (para dar la sensación
de movimiento) y el circulo pequeño del color opuesto en su interior (para dar
a entender que cada uno contiene el germen del otro). La teoría del Yin y el
Yang aparece como base del I Ching (en cristiano, Libro de las Mutaciones) y se
desarrolló principalmente en la Época de los Reinos Combatientes (allá por el
siglo V a.C).
El origen del Yin y el Yang se basa en la observación de los
procesos naturales, como la alternancia del día y el sol. El día es Yang y la
noche es Yin, por tanto, Yang es luz y actividad y Yin oscuridad y descanso.
Esto demuestra como un término se transforma en el otro (el día da paso a la
noche).
El Yang se corresponde con lo inmaterial, la energía, se
transforma en el Qi. El Yin es lo material, denso y pesado.
¿Y qué tiene que ver todo esto con la salud y la acupuntura?
Pues mucho. El estado de salud va a depender del equilibrio entre el Yin y el
Yang, y también de que ambos tengan un nivel adecuado. La enfermedad, y por
tanto los síntomas, se producirán si se produce alguna clase de desequilibrio.
En este sentido, tenemos dos posibilidades:
-Uno de los dos aumenta sin que disminuya el otro: es un
estado de Exceso o Plétora
-Uno de los dos disminuye sin que aumente el otro: es un estado de Insuficiencia.
-Uno de los dos disminuye sin que aumente el otro: es un estado de Insuficiencia.
Esto no solo nos va a dar todas las posibilidades de
enfermar dentro de la Medicina Tradicional China, sino que además nos indica el
tratamiento. Ante una plétora o exceso deberemos dispersar y ante una insuficiencia,
tonificar. Ambas cosas la podemos hacer mediante la acupuntura. Por tanto, lo
primero que tendremos que hacer será identificar si un síntoma es Yin o Yang. Y
esto no es tan fácil como pueda parecer, porque un mismo síntoma puede aparecer
por dos causas diferentes.
Por ejemplo, la fiebre. Yang es calor así que lo primero que
pensaríamos sería en un exceso de Yang. Pero, si hay una insuficiencia de Yin,
el Yang estaría aumentado en comparación (no en nivel absoluto ya que él no ha
variado su estado) y podría haber también un aumento de temperatura. Habrá que
fijarse en el resto de síntomas acompañantes.
El Yin y el Yang también son aplicables al cuerpo humano.
Por tanto, habrá zonas corporales más Yin (como el vientre, o los órganos
macizos) y otras más Yang (como la cabeza, la espalda, o las entrañas, los órganos
huecos). Los distintos momentos de la vida también se van a ver afectados por
el Yin y el Yang (durante la infancia y la pubertad hay un exceso de Yang por
el crecimiento, en la madurez ambos están en su máximo apogeo, y hacia el final
de la vida los dos disminuyen). Una curiosidad es que consideran que el momento
de máximo Yin de la mujer es cuando está embarazada, no solo porque sea la
máxima expresión en la naturaleza de la feminidad si no porque además contiene
en su interior un pequeño yang (el feto en crecimiento)
Cuatro principios de la relación
entre yin yang
1) Oposición de yin y yang
Yang: fuego, calor, agitación, seco
duro, excitación, transformación, cambio…
Ying: Agua, frio, calma,
húmedo, blando, inhibición, lentitud,
conservación, almacenamiento…
2) Interdependencia
Nada es totalmente yin o yang. Se necesitan mutuamente,
la existencia de ying no se entiende sin yang y viceversa.
3) Consumo mutuo
Si uno aumenta, el otro se consume.
En eso se basa la enfermedad. Si ambos disminuyen no se produce desequilibrio y
por tanto tampoco enfermedad.
4) Transformación
El Ying se transformará en Yang
siempre y viceversa. Pero hay algunas condiciones como el factor tiempo, solo
se transformarán en el momento adecuado. Y en muchos casos es necesaria una
circunstancia externa que influya sobre una interna.
Esto también se ve en la patología.
Un sobreesfuerzo (Yang) produce agotamiento (Yin).
Algunos ejemplos de Yin y Yang en cuanto a síntomas:
Yin: enfermedad crónica, evolución lenta y aparición
gradual, frío, somnolencia, miembros y cuerpo fríos, palidez, voz baja,
prefiere bebidas calientes, respiración débil, pulso vacío, orina abundante y
pálida, heces blandas, lengua pálida, ausencia de sed…
Yang: enfermedad aguda, evolución y aparición rápida, calor,
inquietud o insomnio, miembros y cuerpo caliente, rubor o enrojecimiento, voz
alta, prefiere bebidas frías, respiración fuerte, pulso lleno, orina escasa y
concentrada, estreñimiento, lengua roja, voz alta, sed…
Y en cuanto al cuerpo humano:
Yin: inferior, interior, superficie medial anterior,
delante, estructura, cuerpo, interior de los órganos, debajo de la cintura,
superficie anterior de los miembros, órganos yin, estructura de los órganos,
sangre y líquidos corporales, qi nutritivo
Yang: superior, exterior (piel y músculos), superficie
lateral posterior, detrás, función, cabeza, encima de la cintura, superficie
posterior lateral de los miembros, órganos yang, funciones de los órganos, qi,
qi defensivo.
Ya por último solo decir que hay personas que son más
yin o más yang, independientemente de su género.
¿Vosotros qué sois?
¡Nos vemos!
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